La opinión pública chilena se ha visto remecida en las últimas semanas, debido al horrendo crimen cometido en contra de la menor Francisca Silva de solo 5 años de edad.
No puedo imaginar lo que implica ser víctima de un crimen semejante, sin embargo veo con alarma como el exitismo se ha apoderado de los medios de comunicación y de la clase política, dándose lugar a la apertura del debate sobre la reposición de la pena de muerte en el Ordenamiento jurídico Chileno.
Primero hay que aclarar algunas cosas:
1.- Me opongo a la pena de muerte.
2.- La pena de muerte, aún repuesta, no podría aplicarse a este crimen en particular por cuento en cualquier país civilizado sólo se puede aplicar la pena establecida por el ordenamiento jurídico al momento de la comisión del delito. Bajo ninguna circunstancia puede establecerse una pena para castigar un delito ya cometido.
3.- No queda claro siquiera si es jurídicamente posible reponer la Pena de Muerte en el Ordenamiento jurídico chileno. De ser posible, es altamente improbable que semejante iniciativa tenga éxito.
Chile está a meses de las próximas elecciones presidenciales y afortunadamente no me ha tocado ver a los Candidatos Presidenciales referirse a este tema, no puedo decir lo mismo de varios parlamentarios e integrantes de partidos políticos quienes han dejado que una rabia visceral nuble sus juicios o derechamente han aprovechado un hecho circunstancial para: a) obtener algún grado de beneficio político mostrándose como "la mano dura contra la delincuencia"; b) satisfacer sus propios intereses ideológicos.
Por otro lado tenemos al periodismo, que carece de todo método investigativo a la hora de plantear este tipo de cuestionamientos y que repetidamente ejerce sus labores, muy loables en teoría, con una completa falta de responsabilidad respecto a cómo la forma, el tono o la calidad de la información que entrega, afecta el desarrollo del país y sus instituciones.
Me pregunto si alguien se ha puesto a refleccionar en voz alta, sobre cuánto se asemeja el hecho de pedir ciegamente la pena de muerte contra Juan Saavedra Espinoza a aquellas escenas de las películas de Frankenstein donde el pueblo entero se levantaba con armas y antorchas y partían a quemar al monstruo... hay que asimilar algunas cosas:
- No existe pena alguna que sea capaz de impedir la comisión de delitos. En siglos pasados delitos por los que hoy se pasan algunos meses en prisión eran condenados con la horca, el exilio, etc. y aún así no dejaron de cometerse.
- Convénzase de que quiere aplicar la pena de muerte por un deseo de justicia, pero no es así. Quiere matar al tipo porque le da asco el crimen y se siente justificado para hacerlo... es venganza.
- Pregúntese si su sistema de valores encuadra con la idea de la pena de muerte... si no es así, pregúntese cómo es que su cabeza no explota cuando quiere tomar la antorcha y la pala para ir a matar al monstruo.
- Entienda que el Estado y la Sociedad son dos cosas distintas y que el Estado no puede ser vengativo, ni compasivo.
oye, lo del Estado y la Sociedad me interesó. ¿Qué tipo de referencia bibliográfica debería buscar para aprender algo más de ello?
ResponderBorrarEstoy de acuerdo con aquello de que el deseo de la pena de muerte no es justicia, sino venganza. Pero, ¿qué es justicia? ¿aplicar un código penal es justicia? ¿la justicia no incluye reparación para las víctimas? Te rpegunto porque no soy abogado y siempre me ha parecido que hay más preocupación por abstraciocnes filosóficas de ideales que sobre hechos prácticos y personas reales.
ufff!!, me la tiraste facilita :D
ResponderBorrarMira, no creo que haya una bibliografía acotada que pueda darte para el tema, básicamente se trata de nociones, conceptos, que uno va internalizando con el transcurso de la carrera.
Para darte una idea, la Sociedad es un ente que existe, es, aparece por la simple convivencia de los Seres Humanos. El Estado es una construcción jurídica, lo inventaron las personas para administrar la convivencia en sociedad.
La Sociedad muta, se transforma de acuerdo al paso del tiempo, el Estado es más permanente, se modifica en relación a los cambios sociales a través del proceso legislativo.
Cuando digo que el Estado y la Sociedad no son lo mismo, me refiero básicamente a que el Estado debe ser hasta cierto punto, el mínimo común denominador de la sociedad, debe permitir que todos los pensamientos e ideologías tengan su lugar (aunque obviamente, las posturas más radicales quedarán más excluídas). La Sociedad tiende a comportarse como un individuo, a veces tiene opinión, problemas comunes, etc.
La Justicia es un valor bastante abstracto que te diría que en la práctica es una materialización de un sistema de valores y de lo que se considera como "justo" subjetivamente hablando. Eso suena como a nada, y lo es, no vas a poder juntar aleatoriamente un grupo grande de gente que esté de acuerdo en lo que es o no es justo.
La razón de que existan abstracciones filosóficas y no aplicaciones prácticas de estos conceptos es muy sencilla: una abastracción filosófica te permitirá juzgar X número de casos de acuerdo a un mismo patrón lógico. La alternativa es completamente subjetiva, implica la idea de que cada caso particular tenga un resultado distinto, dependiendo de lo que piense el juez, los abogados, las víctimas, etc.
A mi juicio la pena de muerte es simplemente una reacción visceral, propia de tiempos más primitivos. Prueba de ello es que la discusión surja cuando se cometen delitos atroces y no esté presente en el día a día... pasaron más de 10 años desde que se derogara la pena de muerte para que surgiera nuevamente la discusión. La gente se olvida que la pena de muerte no se aplicó durante mucho tiempo, a pesar de estar vigente y es bastante cuestionable que su aplicación dependa exclusivamente de la escala valórica del presidente de turno.
La reparación de las víctimas a mi juicio no es posible en ningún delito violento. Simplemente no hay castigo que se pueda aplicar o monto de dinero que te puedan dar, que te borre la angustia, la humillación, la pena, o la pérdida que genera la comisión de un delito. ¿Para qué sirve la pena en esos casos?, bueno, la privación de libertad creo que cumple sólo un rol de seguridad, sustraes a esa persona de la vida en sociedad a fin de resguardarte de la repetición de su conducta, por X tiempo.
Hay una serie de elementos de juicio y teorías sobre los fines de la pena, que por un lado no recuerdo bien ahora y por otro lado no harían más que confundirte, pero que uno ve que en varios medios de comunicación se usan sin criterio científico alguno, argumentando posiciones que dichas teorías a veces ni siquiera sostienen (porque muchas veces se las conoce casi de manera intuitiva o derivación lógica), de una manera completamente irresponsable y que no hacen más que indignar a este humilde bloggero.
En fin, no es algo nuevo tampoco.