Estando en Laguna Verde la familia se agranda.... cuando era chico generalmente había más de diez personas por acá durante Enero y Febrero, ahora que los primos somos adultos es más dificil hacinarnos en la casa (que hoy es mucho más grande que cuando tenía 10 años), sin embargo es común que los fines de semana haya 10 o más personas, haciendo que las sobremesas de cada comida sean extensas y entretenidas (lo necesario para digerir la abundancia culinaria)...
Por alguna razón, hoy el tema de conversación derivó desde nuestra habitual fascinación con las ocurrencias de los hijos de mi prima, o el nuevo gesto aprendido por su bebé de 3 meses, hacia el conflicto Mapuche y la Política, lo que suele ser un tema ingrato en la sobremesa.
Hace algunos días o semanas envié un mensaje a éste blog con mi celular (¡¡¡se puede!!!, deben enviar un MMS a la dirección de email de sus Blogs). El mensaje llevaba por título "No veo, no oigo, no escucho", en él les pedí que leyeran y comparan dos artículos que probablemente no hayan leido finalmente: una editorial del diario "La Tercera" y una columna del periodista Rafael Cavada (que es posible que algunos lectores del extranjero recuerden por haber cubierto la Guerra de Irak para CNN, cuando TVN se convirtió en el único medio con periodistas en la zona). Ambos artículos se referían al conflicto Mapuche, pero en tonos diametralmente opuestos; mientras el Editor de "La Tercera", señalaba que la escalada del conflicto Mapuche debía ser combatida con represión policial (la habitual "mano dura"), Rafael Cavada se permitía recordar que el pueblo Mapuche ha sido dejado de lado desde que los Españoles llegaron a Chile a quitarles lo que era suyo, y que ningún Gobierno Chileno ha hecho mucho por remediar la situación...
En la conversación con mi familia afloró la opinión típica respecto a éste asunto, que los Mapuches son buenos para reclamar y crear problemas, pero que suelen pedir cosas ridículas, que son manipulados y que hay puros ignorantes reclamando cosas que no corresponden. Dejando de lado la incorrectitud política, que puede ser criticable por sí misma, debería uno centrar el debate en un punto básico: la habitual ignorancia, desconocimiento y falta de empatía que existe en la opinión pública en general, hacia los distintos reclamos que habitualmente realiza el pueblo Mapuche, y en ello me incluyo. No sé, por ejemplo, si el reclamo Mapuche es respecto a sus Tierras ancestrales o si se trata de cómo distintos proyectos de explotación económica afectan sus tierras actuales; no sé si es un simple "váyanse huincas" (que tiende a ser la idea que la mayoría de la gente tiene respecto a aquello en lo que consistiría su reclamo), o si hay una elaboración historica respecto a abusos específicos que deban ser rectificados por gente respecto de la cual se puedan establecer responsabilidades con exactitud, v.gr. "Fulanito hizo tal o cual cosa". Por más que queramos meter la cabeza en la arena y pretender que se trata de una minoría injustificadamente bulliciosa, y con minoría no me refiero a los Mapuches en general sino a los que reclaman activamente, lo cierto es que algún problema EXISTE y pretender que se trata únicamente de un asunto de seguridad pública, que va a resolverse incrementando la presencia policial en la zona, es un delirio irresponsable que las autoridades deben corregir a la brevedad.
El conflicto Mapuche es real, que sean legítimos o no los reclamos es un asunto que podremos analizar en el futuro (cuando tenga más información, por ejemplo), sin embargo lo que urge es entenderlo, y al menos establecer mecanismos de diálogo que demuestren que que hay un propósito serio de tomar conocimiento de los reclamos (lo que por supuesto no implica que vaya a otorgarse todo lo que se pida), la alternativa es costosa: criminalizar el conflicto, generar un resentimiento mayor (y creciente), y acabar a la vuelta de algunos años con una radicalización de las posturas, un reclutamiento creciente de "combatientes" y tal vez una escalada en el tipo de atentados que realizan los Mapuches... lo que hasta ahora han sido simplemente quemas de vehículos y propiedades (que no nos engañemos, son cosas y como tales asegurables y en definitiva reemplazables), bloqueos de caminos y enfrentamientos con carabineros (con heridos en ambos bandos, y lamentablemente ya dos muertos en en el bando de los Mapuches), acabe con atentados explosivos, secuestros y enfrentamientos armados, es decir, con pérdidas irreparables para ambos bandos.
¿Pasos a seguir? los representantes del pueblo Mapuche debieran preocuparse, antes que cualquier otra cosa, de sensibilizar a la opinión publica respecto de sus problemas, buscar una forma de que nos enteremos de qué es lo que quieren y por qué, si llegase a ocurrir que tienen razón y son capaces de convencernos de ellos, su lucha se les hará mucho más fácil, habrá presión social para buscar una salida política reivindicadora al conflicto. De lo contrario persistirá el fenómeno actual de hastío y molestia a una situación que es vista como ridícula e incomprensible.
Una apreciación personal, que probablemente sea errada y es, definitivamente, discriminatoria, es que los Mapuches tienden a ser cortos de genio y es muy difícil conversar con ellos, más allá de tener o no puntos en común, si uno emplea un lenguaje incorrecto, probablemente acabará recibiendo puñetes y sillazos y me apoyo en éste punto en las imagenes que han circulado de las distintas asambleas con representantes del pueblo Mapuche, sean los recientes casos con las empresas Forestales o Energéticas, o los recordados encontronazos con los directores de la Conadi, que en su mayoría eran violentamente rechazados, simplemente por no ser Mapuches (Doble error: del Gobierno por no discutir el nombramiento con quienes debían hacerlo; de los Mapuches por discriminar a priori a los nuevos encargados).
Sería interesante que el periodismo cumpla en definitiva con su trabajo, y en vez de andar preocupados de leseras o repetir incesantemente las noticias que reciben a través de otros medios, intentaran investigar los origenes del conflicto, las razones de que no hayan prosperado iniciativas para su solución (suponiendo que haya habido tales iniciativas) y que alguien me explique la insistencia del ejecutivo por intentar resolver el problema por la vía policial, que es, evidentemente, la menos efectiva para resolver el problema. Busquen los informes de la ONU, sobre la situación de Derechos Humanos (D.D.H.H.) en Chile, y verán que el conflicto Mapuche recibe en el extranjero una apreciación completamente distinta, se lo ve como una situación persistente de violación de Derechos y a los presos Mapuches, se los ve como presos políticos... es hora de que se trate el tema de una manera más seria, por el Gobierno, el Periodismo, y la Sociedad Chilena.
Por alguna razón, hoy el tema de conversación derivó desde nuestra habitual fascinación con las ocurrencias de los hijos de mi prima, o el nuevo gesto aprendido por su bebé de 3 meses, hacia el conflicto Mapuche y la Política, lo que suele ser un tema ingrato en la sobremesa.
Hace algunos días o semanas envié un mensaje a éste blog con mi celular (¡¡¡se puede!!!, deben enviar un MMS a la dirección de email de sus Blogs). El mensaje llevaba por título "No veo, no oigo, no escucho", en él les pedí que leyeran y comparan dos artículos que probablemente no hayan leido finalmente: una editorial del diario "La Tercera" y una columna del periodista Rafael Cavada (que es posible que algunos lectores del extranjero recuerden por haber cubierto la Guerra de Irak para CNN, cuando TVN se convirtió en el único medio con periodistas en la zona). Ambos artículos se referían al conflicto Mapuche, pero en tonos diametralmente opuestos; mientras el Editor de "La Tercera", señalaba que la escalada del conflicto Mapuche debía ser combatida con represión policial (la habitual "mano dura"), Rafael Cavada se permitía recordar que el pueblo Mapuche ha sido dejado de lado desde que los Españoles llegaron a Chile a quitarles lo que era suyo, y que ningún Gobierno Chileno ha hecho mucho por remediar la situación...
En la conversación con mi familia afloró la opinión típica respecto a éste asunto, que los Mapuches son buenos para reclamar y crear problemas, pero que suelen pedir cosas ridículas, que son manipulados y que hay puros ignorantes reclamando cosas que no corresponden. Dejando de lado la incorrectitud política, que puede ser criticable por sí misma, debería uno centrar el debate en un punto básico: la habitual ignorancia, desconocimiento y falta de empatía que existe en la opinión pública en general, hacia los distintos reclamos que habitualmente realiza el pueblo Mapuche, y en ello me incluyo. No sé, por ejemplo, si el reclamo Mapuche es respecto a sus Tierras ancestrales o si se trata de cómo distintos proyectos de explotación económica afectan sus tierras actuales; no sé si es un simple "váyanse huincas" (que tiende a ser la idea que la mayoría de la gente tiene respecto a aquello en lo que consistiría su reclamo), o si hay una elaboración historica respecto a abusos específicos que deban ser rectificados por gente respecto de la cual se puedan establecer responsabilidades con exactitud, v.gr. "Fulanito hizo tal o cual cosa". Por más que queramos meter la cabeza en la arena y pretender que se trata de una minoría injustificadamente bulliciosa, y con minoría no me refiero a los Mapuches en general sino a los que reclaman activamente, lo cierto es que algún problema EXISTE y pretender que se trata únicamente de un asunto de seguridad pública, que va a resolverse incrementando la presencia policial en la zona, es un delirio irresponsable que las autoridades deben corregir a la brevedad.
El conflicto Mapuche es real, que sean legítimos o no los reclamos es un asunto que podremos analizar en el futuro (cuando tenga más información, por ejemplo), sin embargo lo que urge es entenderlo, y al menos establecer mecanismos de diálogo que demuestren que que hay un propósito serio de tomar conocimiento de los reclamos (lo que por supuesto no implica que vaya a otorgarse todo lo que se pida), la alternativa es costosa: criminalizar el conflicto, generar un resentimiento mayor (y creciente), y acabar a la vuelta de algunos años con una radicalización de las posturas, un reclutamiento creciente de "combatientes" y tal vez una escalada en el tipo de atentados que realizan los Mapuches... lo que hasta ahora han sido simplemente quemas de vehículos y propiedades (que no nos engañemos, son cosas y como tales asegurables y en definitiva reemplazables), bloqueos de caminos y enfrentamientos con carabineros (con heridos en ambos bandos, y lamentablemente ya dos muertos en en el bando de los Mapuches), acabe con atentados explosivos, secuestros y enfrentamientos armados, es decir, con pérdidas irreparables para ambos bandos.
¿Pasos a seguir? los representantes del pueblo Mapuche debieran preocuparse, antes que cualquier otra cosa, de sensibilizar a la opinión publica respecto de sus problemas, buscar una forma de que nos enteremos de qué es lo que quieren y por qué, si llegase a ocurrir que tienen razón y son capaces de convencernos de ellos, su lucha se les hará mucho más fácil, habrá presión social para buscar una salida política reivindicadora al conflicto. De lo contrario persistirá el fenómeno actual de hastío y molestia a una situación que es vista como ridícula e incomprensible.
Una apreciación personal, que probablemente sea errada y es, definitivamente, discriminatoria, es que los Mapuches tienden a ser cortos de genio y es muy difícil conversar con ellos, más allá de tener o no puntos en común, si uno emplea un lenguaje incorrecto, probablemente acabará recibiendo puñetes y sillazos y me apoyo en éste punto en las imagenes que han circulado de las distintas asambleas con representantes del pueblo Mapuche, sean los recientes casos con las empresas Forestales o Energéticas, o los recordados encontronazos con los directores de la Conadi, que en su mayoría eran violentamente rechazados, simplemente por no ser Mapuches (Doble error: del Gobierno por no discutir el nombramiento con quienes debían hacerlo; de los Mapuches por discriminar a priori a los nuevos encargados).
Sería interesante que el periodismo cumpla en definitiva con su trabajo, y en vez de andar preocupados de leseras o repetir incesantemente las noticias que reciben a través de otros medios, intentaran investigar los origenes del conflicto, las razones de que no hayan prosperado iniciativas para su solución (suponiendo que haya habido tales iniciativas) y que alguien me explique la insistencia del ejecutivo por intentar resolver el problema por la vía policial, que es, evidentemente, la menos efectiva para resolver el problema. Busquen los informes de la ONU, sobre la situación de Derechos Humanos (D.D.H.H.) en Chile, y verán que el conflicto Mapuche recibe en el extranjero una apreciación completamente distinta, se lo ve como una situación persistente de violación de Derechos y a los presos Mapuches, se los ve como presos políticos... es hora de que se trate el tema de una manera más seria, por el Gobierno, el Periodismo, y la Sociedad Chilena.
Hace tiempo que no pasaba por tu blog, ya que pensaba que lo tenías botado por tus obligaciones laborales.
ResponderBorrarRespecto al tema del post, difícil asunto. No sé cuanto del problema es un tema puramente étnico y cuanto del problema es pura y simplemente marginalidad y pobreza. Creo (y con esto me van a caer encima con todo) que no existe conciencia nacional de una nación mapuche que justifique asuntos que son auténticamente delirantes como autonomía política. Sin embargo el problema como tu dices existe, pero para mi es pobreza y marginalidad, con algún tinte de racismo implicito o a veces manifiesto.
Lo que a mi siempre me parece raro en este asunto es que las manifestaciones son en esta época, para las vacaciones de los estudiantes universitarios.
¿Vacaciones aventureras de universitarios "solidarios"?