Las expresiones más claras de los vicios de la Concertación se han mostrado si muchos complejos en los últimos meses...
1.- Personalismos: Un grupo de diputados y senadores electos, renunciaron a sus militancias políicas y fomaron mini bancadas dentro del parlamento, negociando sus votos con las grandes coaliciones políticas. Algo que me parece altamente cuestionable.
Dado el gran número de diputados y senadores, pensar que cada uno de ellos es elegido con una fuerte convicción del electorado en sus aptitudes y cualidades personales es simplemente demasiado ególatra como para merecer algún respeto (de mi parte). Es bastante frecuente que llegado el día de la votación, uno vote por fulano de tal, no porque tenga una firme convicción en sus capacidades, sino porque pertenece a un determinado partido político. El simple hecho de pertenecer a cierto partido político le indica a uno que dicha persona opina de determinada foma respecto de determinados temas y que por tanto dicho pensamiento cercano o lejano al propio, significará determinado comportamiento político
Cuando uno vota debiera tener presente la gobernabilidad del país, si vota por el candidato de Derecha o Izquierda para presidente, debiera votar en consecuencia por la misma tendencia política para los cargos menores, esto facilita que el liderazgo del Presidente se ejerza sin un contrapeso inmovilizador en el Congreso (donde tampoco es bueno que no haya contrapeso alguno).
Piense usted lo estúpido que sería elegir a Sebastián Piñera como Presidente y no votar por los candidatos de UDI y RN para el Congreso... en la práctica tendrían un Presidente que no podría obtener la aprobación de los proyectos de ley que hagan posible concretar las propuestas que hizo como candidato. Elegir un político basándose en su carisma o falta de él es una idiotez, una idiotez patéticamente frecuente que deja de lado su capacidad de liderazgo y de dar gobernabilidad al país.
Un Señador o Diputado es elegido en un porcentaje significativo, en razón de pertenecer a una colación política, el sentarse en la cámara y negar sostenidamente el propio voto para los proyectos de la colación que lo eligió, es una irresponsabilidad, una negación del funcionamiento básico de la política. Pertenecer a un partido político es complicado porque implica la obligatoriedad de obedecer instrucciones que bien pueden significar hacer cosas con las que no se está de acuerdo, pero la comprensión de este requisito sine qua non de la militancia política es esencial para el funcionamiento de la democracia.
No se puede militar en un partido político y desobedecer las instrucciones de la coalición, ni se puede llegar a un cargo político en razón de dicha militancia y luego abandonarla por objeciones de conciencia o inmadurez personal. Los Partidos Políticos ordenan el gobierno, les guste o no y es mejor un Gobierno ordenado que ser irreflexibamente consecuente.
2.- Marco Enríquez-Ominami y el PRSD: Claramente hubo demasiados resentidos con las "primarias" de la Concertación. Como dije antes, el único candidato posible era Frei, pero eso no parece ser una buena justificación para ahogar a la disidencia sin darle derecho a pataleo. Era arriesgado hacer una primaria con todas las de la ley, como la que hubo entre Lagos y Andrés Saldivar, porque Frei podía perder.
Hay demasiadas cosas que estan mal aquí:
Por un lado tenemos un partido (la DC), que busca imponer un candidato extorsionando a la coalición. De afuera se ve como si basicamente la DC hubiese amenazado con abandonar la Concertación si el próximo candidato no era DC. Se ve realmente difícil que con Lagos o Miguel Insulza como candidatos, la DC hubiese mantenido su apoyo, o que éste no hubiese significado un mayor desmembramiento del partido. Haya sido por un tema fáctico, uno maquiavélico o por pura desesperación, se bloquearon el resto de las candidaturas en post de presentar una insatisfactoria, pero más unitaria o menos desmembratoria (como se prefiera), generando muchísimo ruido interno.
Marco Enriquez-Ominami decidió postularse igualmente, a pesar de no tener el apoyo de la coalición o de su partido, generando un subconjunto de hechos preocupantes:
Nota: Por su extensión he decidido dividir este artículo en varias partes. Mañana publicaré la 3ª de ellas.
1.- Personalismos: Un grupo de diputados y senadores electos, renunciaron a sus militancias políicas y fomaron mini bancadas dentro del parlamento, negociando sus votos con las grandes coaliciones políticas. Algo que me parece altamente cuestionable.
Dado el gran número de diputados y senadores, pensar que cada uno de ellos es elegido con una fuerte convicción del electorado en sus aptitudes y cualidades personales es simplemente demasiado ególatra como para merecer algún respeto (de mi parte). Es bastante frecuente que llegado el día de la votación, uno vote por fulano de tal, no porque tenga una firme convicción en sus capacidades, sino porque pertenece a un determinado partido político. El simple hecho de pertenecer a cierto partido político le indica a uno que dicha persona opina de determinada foma respecto de determinados temas y que por tanto dicho pensamiento cercano o lejano al propio, significará determinado comportamiento político
Cuando uno vota debiera tener presente la gobernabilidad del país, si vota por el candidato de Derecha o Izquierda para presidente, debiera votar en consecuencia por la misma tendencia política para los cargos menores, esto facilita que el liderazgo del Presidente se ejerza sin un contrapeso inmovilizador en el Congreso (donde tampoco es bueno que no haya contrapeso alguno).
Piense usted lo estúpido que sería elegir a Sebastián Piñera como Presidente y no votar por los candidatos de UDI y RN para el Congreso... en la práctica tendrían un Presidente que no podría obtener la aprobación de los proyectos de ley que hagan posible concretar las propuestas que hizo como candidato. Elegir un político basándose en su carisma o falta de él es una idiotez, una idiotez patéticamente frecuente que deja de lado su capacidad de liderazgo y de dar gobernabilidad al país.
Un Señador o Diputado es elegido en un porcentaje significativo, en razón de pertenecer a una colación política, el sentarse en la cámara y negar sostenidamente el propio voto para los proyectos de la colación que lo eligió, es una irresponsabilidad, una negación del funcionamiento básico de la política. Pertenecer a un partido político es complicado porque implica la obligatoriedad de obedecer instrucciones que bien pueden significar hacer cosas con las que no se está de acuerdo, pero la comprensión de este requisito sine qua non de la militancia política es esencial para el funcionamiento de la democracia.
No se puede militar en un partido político y desobedecer las instrucciones de la coalición, ni se puede llegar a un cargo político en razón de dicha militancia y luego abandonarla por objeciones de conciencia o inmadurez personal. Los Partidos Políticos ordenan el gobierno, les guste o no y es mejor un Gobierno ordenado que ser irreflexibamente consecuente.
2.- Marco Enríquez-Ominami y el PRSD: Claramente hubo demasiados resentidos con las "primarias" de la Concertación. Como dije antes, el único candidato posible era Frei, pero eso no parece ser una buena justificación para ahogar a la disidencia sin darle derecho a pataleo. Era arriesgado hacer una primaria con todas las de la ley, como la que hubo entre Lagos y Andrés Saldivar, porque Frei podía perder.
Hay demasiadas cosas que estan mal aquí:
Por un lado tenemos un partido (la DC), que busca imponer un candidato extorsionando a la coalición. De afuera se ve como si basicamente la DC hubiese amenazado con abandonar la Concertación si el próximo candidato no era DC. Se ve realmente difícil que con Lagos o Miguel Insulza como candidatos, la DC hubiese mantenido su apoyo, o que éste no hubiese significado un mayor desmembramiento del partido. Haya sido por un tema fáctico, uno maquiavélico o por pura desesperación, se bloquearon el resto de las candidaturas en post de presentar una insatisfactoria, pero más unitaria o menos desmembratoria (como se prefiera), generando muchísimo ruido interno.
Marco Enriquez-Ominami decidió postularse igualmente, a pesar de no tener el apoyo de la coalición o de su partido, generando un subconjunto de hechos preocupantes:
- El número de descontentos que decidieron apoyar una candidatura caciquista, sin miramientos a la gobernabilidad del país. ¿Se imaginan que Enríquez-Ominami hubiese sido elegido? por más que contara con un porcentaje de votos, carecía absolutamente de una estructura política de apoyo... ¿qué partidos políticos hubiesen apoyado sus proyectos legislativos?, ¿de qué manera hubiese podido ordenar el funcionamiento del país?. Marco Enríquez-Ominami me parece del peor tipo de políticos que pueden existir, del tipo que deja que la vanidad y el orgullo lo dominen y que privilegia ambiciones personales por sobre el bienestar general. En general me ha parecido un desubicado desde que entró en la arena política y la más clara expresión de esa obstinación fue su visita a Bolivia a negociar un acceso al mar para Bolivia, una negociación que no está dentro de los atributos de un diputado y que involucra un postura discrepante en un tipo de asunto donde hay que tener una postura unitaria y transversal (No importa si es en un sentido u otro, pero todos deben remar para el mismo lado en temas de soberanía).
- La atomización del Partido Socialista, donde hay un grupo más cercano al viejo Socialismo revolucionario, cercanos a Hugo Chávez y que añoran el gobierno de la UP... pensandolo mejor, el PS parece una suma de contradicciones donde no se entiende qué mantiene unido al partido más allá que la idea de lo que representa, idea que parece variar dramáticamente de un militante a otro. Es cosa de ver que dos presidentes socialistas ejercieron gobiernos de Centro Izquierda con base en el sistema económico Neoliberal... eso es como ser Católico-Comunista o ganar el sueldo mínimo y apoyar a la UDI, cuesta entender a esa gente (que existe), y ver como andan por la vida sin que les explote la cabeza.
- Cuesta entender el número de personas que apoyaron públicamente a Marco Enríquez-Ominami y luego decidieron apoyar la candidatura de Sebastián Piñera. Si se paran a pensarlo detenidamente, por descontentos que estén con la Concertación, las personas que tomaron esta ruta votaron por una persona que difiere diametralmente con los planteamientos de quien era su político de elección. Tienen por una parte un candidato que propone girar el gobierno más hacia la izquierda, una política económica más socialista, alzas de impuestos a las clases privilegiadas, respaldo de ideas liberales en temas valóricos, etc. y ante su derrota en primera vuelta, en vez de votar por un candidato que sigue algunos de esos planteamientos en un tono más moderado, votan por el candidato que propugna lo contrario. Sinceramente... si hay una razón para que Eríquez-Ominami se haya postulado, es porque el sector más de izquierda del partido Socialista estaba disconfome con una serie de gobiernos marcadamente de Centro-Izquierda de la Concertación, votar por el Candidato de la Derecha no tiene lógica política, es un voto visceral.
Nota: Por su extensión he decidido dividir este artículo en varias partes. Mañana publicaré la 3ª de ellas.
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