Entre 1986 y 1998 cursé la totalidad de mi vida escolar en el Liceo Manuel Arriarán Barros, que todo el mundo conoce como el "Don Bosco", y en caso de confusión basta con agregar "de la Cisterna".
En general no puedo quejarme mucho de mi paso por el Colegio, tuve algunos buenos amigos otros no tanto, ya perdí contacto con casi todos, y aunque el constante contacto con la Religión Católica me provocó una aversión religiosa que se expresa en mi aún dubitativa decisión de ser Ateo.
Para mi lo peor del Colegio fueron los sacerdotes, y no por haber tenido experiencia del tipo de los Sacerdotes Bostonianos o sufrir algún tipo de abuso, sino por mi constante exposición a la dicotomía entre seres humanos comunes y corrientes con más fallas que méritos y su constante prédica del deber ser conforme a los incuestionables valores morales católicos... en fin, casi por accidente hoy me enteré de una noticia que me hizo recordar mi Colegio.
Todo lo que tenga que ver con abuso infantil me resulta de una crueldad extrema, durante mi paso por la Universidad, casi por accidente, me vi involucrado en una causa que trataba con abuso de menores, y debido a la naturaleza de las Clínicas Jurídicas no me hice cargo de la causa de principio a fin, pero desde que recibí la causa hasta unas 3 semanas después, en las cuales tuve la oportunidad de trabajar en ella, me descompuso bastante, me complicaba la idea de confrontar al abusador y a la parte de la familia que aparentemente tenía un mayor grado de culpa, y sobre todo sentía una enorme impotencia al no poder hacer algo realmente útil por ellos... finalmente todo quedó en nada porque dada la naturaleza Kafkiana de la justicia Chilena, sólo alcancé a entregar un par de papeles y presentar una par de oficios, pero no tuve realmente mucho que hacer en la causa.
Aquí parece haber una situación de abuso algo distinta, al ser el responsable otro alumno o no alguien que de un modo u otro represente al Colegio, sin embargo asoma un mal endémico de estos establecimientos... el secretismo, el afán de tapar el sol con un dedo, quedarse callado porque parece que es peor el sentimiento de vergüenza que simplemente atacar los problemas y resolverlos como corresponde... parece aún muy pronto para apuntar con el dedo ya que aún no hay acusaciones ni acusados formales, pero espero que haya un seguimiento de la noticia y no acabe como tantas otras sin que se sepan realmente los resultados de las investigaciones.
En general no puedo quejarme mucho de mi paso por el Colegio, tuve algunos buenos amigos otros no tanto, ya perdí contacto con casi todos, y aunque el constante contacto con la Religión Católica me provocó una aversión religiosa que se expresa en mi aún dubitativa decisión de ser Ateo.
Para mi lo peor del Colegio fueron los sacerdotes, y no por haber tenido experiencia del tipo de los Sacerdotes Bostonianos o sufrir algún tipo de abuso, sino por mi constante exposición a la dicotomía entre seres humanos comunes y corrientes con más fallas que méritos y su constante prédica del deber ser conforme a los incuestionables valores morales católicos... en fin, casi por accidente hoy me enteré de una noticia que me hizo recordar mi Colegio.
Todo lo que tenga que ver con abuso infantil me resulta de una crueldad extrema, durante mi paso por la Universidad, casi por accidente, me vi involucrado en una causa que trataba con abuso de menores, y debido a la naturaleza de las Clínicas Jurídicas no me hice cargo de la causa de principio a fin, pero desde que recibí la causa hasta unas 3 semanas después, en las cuales tuve la oportunidad de trabajar en ella, me descompuso bastante, me complicaba la idea de confrontar al abusador y a la parte de la familia que aparentemente tenía un mayor grado de culpa, y sobre todo sentía una enorme impotencia al no poder hacer algo realmente útil por ellos... finalmente todo quedó en nada porque dada la naturaleza Kafkiana de la justicia Chilena, sólo alcancé a entregar un par de papeles y presentar una par de oficios, pero no tuve realmente mucho que hacer en la causa.
Aquí parece haber una situación de abuso algo distinta, al ser el responsable otro alumno o no alguien que de un modo u otro represente al Colegio, sin embargo asoma un mal endémico de estos establecimientos... el secretismo, el afán de tapar el sol con un dedo, quedarse callado porque parece que es peor el sentimiento de vergüenza que simplemente atacar los problemas y resolverlos como corresponde... parece aún muy pronto para apuntar con el dedo ya que aún no hay acusaciones ni acusados formales, pero espero que haya un seguimiento de la noticia y no acabe como tantas otras sin que se sepan realmente los resultados de las investigaciones.
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