Me gusta ir al Teatro... en serio.
Este es un secreto que no confieso abiertamente porque se me cuestiona por disfrutar el teatro. La Teoría más universalmente aceptada es que un hombre sólo debe ir a Teatro para engrupirse a una mina, es decir, sólo el fin ulterior justifica la actividad... yo no lo veo así, de hecho he ido al Teatro solo y más de una vez (lo que es a la vez bastante triste - violines por favor)
Hay varias obras que vi que me gustaron, pero probablemente uno de los espectáculos más sobrecogedores y fascinantes que presencié en mi vida fue cuando asistí al Centro Cultural Matucana 100 a ver "Jesús Betz", la última obra que estrenó La Troppa, por allá por el año 2003.
"Jesús Betz" fue toda un descubrimiento para mi, porque fue la primera vez que vi una obra de teatro que tenía como filosofía transfomar tu experiencia como espectador en algo novedoso... una amalgama de medios. Las obras de La Troppa resultaban reminiscentes de la experiencia cinematográfica, había secuencias, cortes, planos, fade-outs... una escenografía sumamente bien pensada y una forma de contar la historia que era... maldición, me faltan palabras, principalmente porque fue hace varios años, pero fue absolutamente espectacular. Era mejor que el cine, porque el hecho de tener a los actores a algunos metros de distancia te hacía sentir que participabas de la historia.
Algunos meses después fui a ver "Gemelos", cuando la compañía decidió reponer la obra que les dió fama internacional. "Jesús Betz", sirvió para inaugurar la Sala de Teatro del Centro Cultural Matucana 100 y la reposición de "Gemelos" sirvió para inaugurar la sala de Teatro del Parque, en Boulevard del Parque Arauco.
Conozco alrededor de 10 salas de Teatro de Santiago y de ellas esas son las dos mejores...
"Gemelos" también me gustó, pero no quedé tan embelezado como con "Jesús Betz". Internacional y nacionalmente el montaje más conocido, premiado y alabado de La Troppa es "Gemelos", sin embargo considero que "Jesús Betz", si bien tiene una historia más simple, alcanza un desarrollo estilístico superlativo que la separan del resto de las obra de Teatro que su servidor ha visto... "Gemelos" tenía muchos rasgos novedosos (para mi, insisto), pero seguía estando dentro de los parámetros que uno convencionalmente entiende que es una obra de Teatro.
Hace ya varios meses (tal vez un par de años), se supo que la compañía se disolvería, creo que fue al mismo tiempo que anunciaron que harían una gira por todo Chile exhibiendo "Gemelos" por última vez (lamentablemente la temporada de "Jesús Betz" fue muy corta y no recuerdo que la hayan repuesto). Fue triste saber del alejamiento de Jaime Lorca... algo que tiene el teatro, que es su principal activo y a la vez su mayor deficiencia, es que cada función es una experiencia única, cada presentación es una expresión artítica de vida corta y limitada y a veces, cuando el existencialismo ataca, cuesta conformarse a la idea de que no habrá nadie más que los presentes, que experimente esa obra.
Da pena que tras el término de una temporada una obra deje de existir, porque nuevos actores o el paso del tiempo daran lugar a una nueva obra, la experiencia resulta privativa de ése espectador y ése momento....
Sin bien sabía que Juan Carlos Zagal y Laura Pizarro (que son pareja), estaban trabajando juntos, no estaba muy informado de sus planes hasta que vi éste artículo aparecido el día Jueves 23 de Agosto en El Mercurio:
Este es un secreto que no confieso abiertamente porque se me cuestiona por disfrutar el teatro. La Teoría más universalmente aceptada es que un hombre sólo debe ir a Teatro para engrupirse a una mina, es decir, sólo el fin ulterior justifica la actividad... yo no lo veo así, de hecho he ido al Teatro solo y más de una vez (lo que es a la vez bastante triste - violines por favor)
Hay varias obras que vi que me gustaron, pero probablemente uno de los espectáculos más sobrecogedores y fascinantes que presencié en mi vida fue cuando asistí al Centro Cultural Matucana 100 a ver "Jesús Betz", la última obra que estrenó La Troppa, por allá por el año 2003.
"Jesús Betz" fue toda un descubrimiento para mi, porque fue la primera vez que vi una obra de teatro que tenía como filosofía transfomar tu experiencia como espectador en algo novedoso... una amalgama de medios. Las obras de La Troppa resultaban reminiscentes de la experiencia cinematográfica, había secuencias, cortes, planos, fade-outs... una escenografía sumamente bien pensada y una forma de contar la historia que era... maldición, me faltan palabras, principalmente porque fue hace varios años, pero fue absolutamente espectacular. Era mejor que el cine, porque el hecho de tener a los actores a algunos metros de distancia te hacía sentir que participabas de la historia.
Algunos meses después fui a ver "Gemelos", cuando la compañía decidió reponer la obra que les dió fama internacional. "Jesús Betz", sirvió para inaugurar la Sala de Teatro del Centro Cultural Matucana 100 y la reposición de "Gemelos" sirvió para inaugurar la sala de Teatro del Parque, en Boulevard del Parque Arauco.
Conozco alrededor de 10 salas de Teatro de Santiago y de ellas esas son las dos mejores...
"Gemelos" también me gustó, pero no quedé tan embelezado como con "Jesús Betz". Internacional y nacionalmente el montaje más conocido, premiado y alabado de La Troppa es "Gemelos", sin embargo considero que "Jesús Betz", si bien tiene una historia más simple, alcanza un desarrollo estilístico superlativo que la separan del resto de las obra de Teatro que su servidor ha visto... "Gemelos" tenía muchos rasgos novedosos (para mi, insisto), pero seguía estando dentro de los parámetros que uno convencionalmente entiende que es una obra de Teatro.
Hace ya varios meses (tal vez un par de años), se supo que la compañía se disolvería, creo que fue al mismo tiempo que anunciaron que harían una gira por todo Chile exhibiendo "Gemelos" por última vez (lamentablemente la temporada de "Jesús Betz" fue muy corta y no recuerdo que la hayan repuesto). Fue triste saber del alejamiento de Jaime Lorca... algo que tiene el teatro, que es su principal activo y a la vez su mayor deficiencia, es que cada función es una experiencia única, cada presentación es una expresión artítica de vida corta y limitada y a veces, cuando el existencialismo ataca, cuesta conformarse a la idea de que no habrá nadie más que los presentes, que experimente esa obra.
Da pena que tras el término de una temporada una obra deje de existir, porque nuevos actores o el paso del tiempo daran lugar a una nueva obra, la experiencia resulta privativa de ése espectador y ése momento....
Sin bien sabía que Juan Carlos Zagal y Laura Pizarro (que son pareja), estaban trabajando juntos, no estaba muy informado de sus planes hasta que vi éste artículo aparecido el día Jueves 23 de Agosto en El Mercurio:
"Sin sangre":La descripción de la puesta en escena suena a una profundización de los elementos que me impactaron de "Jesús Betz", por lo que me parece que éste será un estreno que no podré perderme... ya que se exhibirá en el Teatro de la UC, es posible que pueda compatibilizarlo con una actividad socialmente aceptada, como tomar cerveza en la Plaza de Ñuñoa.
Ex La Troppa logra fundir teatro y cine
Por Eduardo Miranda
El montaje del grupo Teatro Cinema debuta el 6 de septiembre en la sala UC.
Han pasado cerca de dos años desde que se comenzó a gestar "Sin sangre", la nueva obra de los ex La Troppa Juan Carlos Zagal y Laura Pizarro, y que finalmente verá la luz el próximo jueves 6 de septiembre en el teatro de la UC.
El montaje, basado en la novela del italiano Alessandro Baricco, marca el regreso de la compañía rebautizada como Teatro Cinema, y es uno de los más esperados de 2007: tiene un costo aproximado de $70 millones, incluido un Fondart de excelencia de $18 millones, que recibieron el año pasado.
Pero eso no es todo, porque además de contar con la incorporación de los actores Diego Fontecilla, Ernesto Anacona y Etienne Bobenrieth, el montaje presenta una original puesta en escena, que realmente une el cine con el teatro. Zagal cuenta: "Hay dos grandes pantallas de 7,5 metros, con un espacio intermedio para el trabajo de los actores. También tenemos tres proyectores que están recibiendo una señal en conjunto".
El resultado es una imagen que se genera a partir de tres planos diferentes, y que crea un efecto que da la ilusión de estar ante una película animada. Todo se coordina con la música y la iluminación. "Esta obra toma lo esencial del teatro, pero mezclado con nuestra época", dice Zagal. Y remata: "Somos contadores de cuentos, pero asumiendo nuestro siglo, con toda esta profundidad de planos insertamos al espectador en una fantasía".
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